lunes, 22 de septiembre de 2008

Un amor demencial

Sábado de septiembre. El viento se convierte lentamente en brisa primaveral y las hojas surgen verdes y suaves para gozar del nuevo sol.
Los edificios permanecen inmóviles en la inmensidad del parque, del sur de la ciudad. En ellos viven historias desconocidas, de esas que encontramos en cada uno de los rincones de la urbe.
Pinturas, chistes, amigos. Nervios de presentación.
Las escaleras nos llevan hacia abajo, al salón de los festejos, al encuentro de un público desconocido. Inesperados visitantes, pintados de colores pasan a ser parte de la realidad de un lugar silencioso y espectante.
El espectáculo salió muy bueno, pero no fue un toque más. En general, a pesar de dar todo de uno, el murguista se lleva algo: un amor, una flor, unos chori o alguna cerveza para la gola. Esta vez fue muy distinto.
Un aplauso, un saludo y charlas. Muchas charlas. La emoción de las palabras de agradecimiento de todos nos conmovieron hasta las lágrimas (NdR: Por lo menos a mí). Nosotros, aunque no sabemos dónde está el alma, la entregamos en cada tablado sin esperar más que una sonrisa o un aplauso. En este caso recibimos eso y más. De esas caricia que el alma aprecia y guardará por siempre.
Nos dijeron los amigos y médicos que fue una inyección de vida para las chicas, pero lo cierto es que fue una inyección de vida y amor para nosotros.
Gracias, de corazón a todos los que organizaron el festejo en ese pabellón del Moyano.

Prometimos volver, y volveremos. Esa será una deuda dulce, de las que nos gusta pagar...
Les dejamos unos versos que nos acercó uno de los muchachos de la murga. ¿Yo soy vos?:
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.*
"Las nanas de la cebolla" Miguel Hernández

1 comentario:

Bichito de luz dijo...

Dios Momo los cria y el viento norte los arrejunta.
Me alegro que la experiencia haya sido tan positiva, tanto pa las diagnosticadas como pa los que no.
Sé que en mi caso no permiten que les acompañe por mi propia seguridad. Porque a seguro lo llevaron preso, y a segura la internaron.
Beso!