Pequeños plumíferos se pasean por la ciudad. Muchas veces ni los miramos, pero a veces nos damos ese tiempo. Ese mismo tiempo tendríamos que darnos para mirarnos a cada uno de nosotros. Al igual, al semejante y al no tanto. Vale la pena vernos a los ojos.
Espero que les haya gustado. Saludos y nos seguimos leyendo!!
1 comentario:
¡Qué bueno sería redescubrir a cada momento las cosas como lo hacen los niños!
Publicar un comentario